MI EXPERIENCIA DURANTE EL PERÍODO DE PRÁCTICAS
Para comenzar con esta reflexión final sobre el período de prácticas, voy a centrarme en varios aspectos.
En relación al centro escolar, este ha sido el C.E.I.P. San Juan Bautista, situado en la localidad de Cobeja. He de decir que no me ha costado trabajo familiarizarme con él ya que, afortunadamente, fue el centro educativo en el que yo pase mi etapa de Educación Infantil y Educación Primaria. Los cambios que ha habido desde que yo salí del centro no han sido bastantes, por lo que ya conocía más o menos el funcionamiento, y qué decir de las instalaciones.
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Lo que más ha cambiado ha sido el equipo docente, aunque aún están varios de los maestros que me impartieron clase. Los maestros me han recibido con los brazos abiertos, al igual que el equipo directivo, siempre pendientes de mi función y totalmente abiertos a consejos y propuestas, ya que no tenían demasiada información sobre la mención TICE. Durante la semana de rotación por las aulas y los distintos niveles he podido concretar muchos aspectos con ellos y, como he mencionado antes, he tenido la suerte de estar en el papel del docente junto a mis maestros.
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En cuanto al alumnado, he podido observar todos los niveles de primaria y he visto que la mayor parte de ellos están dispuestos a aprender e informarse sobre todos los temas tratados, claramente hay alguna excepción pero la mayoría sigue teniendo esa ilusión, que hoy en día es lo que cuenta. Me he sentido bastante cercana a ellos y por su parte, también me he sentido muy acogida. He podido ver muchísima diferencia entre los cursos más altos y más bajos, es un proceso de enseñanza totalmente distinto en el que hay que estar muy pendiente de las características psicológicas para conseguir que ese alumno salga adelante.
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Una vez que roté por todos los niveles, llegó el momento de elegir uno de ellos. Para mi elección, me base antes de nada en la utilización de recursos y herramientas TIC en el aula, y después pensé cual de ellos iba a ser el que más satisfacción me produjera a día de hoy a raíz de lo que yo les iba a enseñar. Por ello, elegí el nivel de 5º de Primaria, concretamente 5ºA. Esta clase no es numerosa, tiene 14 alumnos, por lo que es totalmente beneficioso para ellos en cuanto a su proceso de aprendizaje, siéndolo igualmente para el tutor del aula y los diferentes especialistas. Me he sentido bastante cómoda en esta clase, algo que me ha sorprendido ya que antes de comenzar las prácticas, no iba con la idea de quedarme en un nivel alto como es 5º. Me he sorprendido a mí misma en lo que se refiere a tratar con ellos. Siempre he pensado que yo era más de alumnos de edades más bajas pero después de esto, he cambiado totalmente ese pensamiento. Los alumnos son el principal factor del proceso enseñanza-aprendizaje y ellos, la verdad, es que han facilitado bastante mi estancia en el aula. Su tutor ha sido mi tutor de prácticas durante éstas.He tenido la suerte de haberle elegido ya que solo conocía una faceta suya en la que él estaba en la posición de maestro y yo en la de alumna. Ha sido totalmente increíble participar con él en la enseñanza de un grupo de alumnos. Desde el primer momento ha habido una buena comunicación, siempre ha estado pendiente si me ocurría algún problema,se ha interesado por mis gustos e intereses... es decir, ha contribuido en mi formación como maestra de una manera maravillosa. No me arrepiento nada de mi elección de aula y tutor. Sobre todo destaco la cantidad de información que hemos podido compartir entre nosotros y su disponibilidad a aprender cada día de mis conocimientos, al igual que creo que ha marcado un principio en mi forma de enseñar, expresarme y saber comportarme dentro de un aula.
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He disfrutado de este período de prácticas como la que más, he aprendido, he enseñado, he puesto mis cinco sentidos, me he volcado totalmente con el centro, he estado siempre dispuesta, he podido comprobar el trabajo que hay detrás de las 5 horas de una jornada escolar y de las ganas que tienes que ponerle para conseguir que los alumnos aprendan, una tarea que parece fácil pero esto no es pan comido. Sobre todo, he podido ver que esto es lo que quiero el día de mañana, quiero esta satisfacción al llegar todos los días a casa y sentirme orgullosa de mi misma durante todo el día. La vida de un maestro es una vida bonita, llena de sentimientos buenos en la que al final, todo el trabajo que conlleva esta profesión se olvida ya que sabes que todo lo hecho ha merecido la pena.
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